Hay
días y días. Días en los que te levantas, coges tu taza de café como cada
mañana, enciendes la televisión y crees que te queda un largo y aburrido día
por delante. Días en los que no sabes qué peinado hacerte, qué ropa te quedará
mejor, y no te decides por aquel color de barra de labios que te quedará mejor.
Esos días son los que, además, piensas más sobre tu vida, el qué hacer, y el
qué no hacer. Cuando sales a la calle y te sientes perdida.
En
cambio, hay otros días en los que te levantas, coges la misma taza de café que
cogiste el mismo día anterior, y al sentarte, piensas que el día será
maravilloso, y eso que no tienes nada que hacer. Pero piensas que la vida es
única, distinta y apetecible, y que te comerás el mundo nada mas atravesar la
puerta. Días en los que sientes que
cualquier prenda te sienta bien, que el color de tu barra de labios es perfecto
para ese día, y lo mas importante, no piensas en nada, y tomarás las mejores
decisiones de tu vida. Son esos días los
que la gente te nota distinta, te miran, y tu sonries. Esos son los días que
merecen la pena, cuando tu mejor respuesta es tu sonrisa.
"Elige tú tus días, siempre, cada día"











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